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PRIMER HOSPITAL DE SAN FELIPE, ESTADO YARACUY. VENEZUELA
First Hospital of San Felipe, Yaracuy State. Venezuela
Revista Venezolana de Salud Publica, vol.. 7, núm. 1, 2019
Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado

Imagenes Salud Publica

Los derechos de autor (copyright) pertenecen a los autores del documento enviado. Los Derechos de distribución del articulo el autor los cederá a la revista. La RVSP así como el Comité editorial, se deslindan de la información proporcionada por colaboradores, no representando necesariamente el punto de vista del Comité.

Recepción: 15 Mayo 2019

Aprobación: 05 Junio 2019

La ciudad de siempre ha visto con ojos de agradecimiento las cosas que la han hecho sentir honrada y profundamente humana. Y ve como ha sido altamente positiva la llegada a San Felipe (estado Yaracuy, Venezuela) de la Congregación de las Hermanas Recoletas del Sagrado Corazón de Jesús y el funcionamiento del Hospital “San Agustín”, el primero de la ciudad.

Para la historia es un hecho importante la llegada de las Hermanas Agustinas y la puesta en marcha del primer hospital de San Felipe. Coincide con lo expresado por el nunca olvidado, Dr. Alfonso Bortone Goitia, cuando afirmaba: “los pueblos se nutren del pasado, para proyectarse hacia el porvenir con todo el vigor de las reservas morales que pueden enriquecerlas”. Y esta congregación de servicio a la humanidad, es un cúmulo de valores que hacen inmensa a la ciudad y su pueblo le retribuye a tamaña obra en gesto de agradecimiento, de amor eterno 1-5.

En la tarea de enfrentar la corrosión del tiempo, el tiempo que intenta imponer su ley para que muchas cosas se olviden, lleva a resaltar estos valores con el impacto que tuvo y tiene en la sociedad sanfelipeña la llegada de las Hermanas Recoletas del Sagrado Corazón de Jesús y del Hospital “San Agustín “… para atender a una población diezmada por efectos de distintas enfermedades… se presentan estas líneas en muestra de gratitud a esta congregación evangelizadora. La crónica nos permite mantener viva esta huella en el espíritu de la ciudad, con el arribo a San Felipe de las Reverendas, Hermanas Agustinas, el 4 de marzo de 1.927. (Fotos 1-11).



Foto 1. Hospital San Agustín de San Felipe (Foto de autor desconocido)



Foto 11. Las Hermanas Agustinas, prestando sus servicios humanitarios en el viejoHospital.

Esta el recuerdo de aquella tarde húmeda y calurosa de la ciudad, impregnada del aroma de los cedros, amenizada por el trinar de los pájaros y por el ruido estridente y monótono de las chicharras, que ya presagiaban las lluvias. Y es, precisamente, lo que obliga hacer para que esos recuerdos del ayer de la ciudad nunca se marchiten, siempre habrá un sentir para valorar lo que nos pertenece, como esta obra humana representada en las reverendas hermanas del bien. (Fotos 10-11).



Foto 10. Salón de Recibo de las Hermanas en el Hospital San Agustín 1930. San Felipe

Aquel apacible pueblo de San Felipe echó a un lado su vida de rutina para recibir a cuatro monjitas con la humildad reflejada en sus rostros de santidad, las Hermanas María Luisa, María Celina, Adolfina y la Hna. San Tarsicio, quienes atendían al llamado de Dios, a las demandas del bien con las sugerencias del presidente del estado Yaracuy, General José Antonio Baldó, a la Congregación de las Hnas., Agustinas Recoletas del Corazón de Jesús, fundada en Maracay en 1901 por un ministro del sacerdocio nacido en La Guaira el 9 de agosto de 1863, Monseñor Vicente López Aveledo, para encargarlas de la atención del Asilo San Agustín ubicado en el barrio El Panteón, cuya inauguración se celebraba esa tarde. (Fotos 1-2).



Foto 1. Hospital San Agustín de San Felipe (Foto de autor desconocido)

Desde ese momento, las hermanitas de los pobres, se adueñaron del corazón de la ciudad, sembrando la simiente del bien con ternura y a ungir como un bálsamo del amor puro y desinteresado, a aquellas personas aquejadas por enfermedades del cuerpo y del espíritu, que allí buscaron refugio. 1-5

Así lo confesó personalmente en su casa el Dr. Bortone, historiador Cronista Oficial de San Felipe, ya desaparecido físicamente, que en esa ocasión cuando vino la Beata “María de San José”. Tampoco se olvida a la Reverendísima Hermana Guadalupe, quien la distinguió con su amistad y, a su muerte, con los ojos nublados, elevo una oración ante el santísimo depositando en su féretro un manojo de azucenas, símbolo de la pureza del espíritu de esta noble mensajera de Dios.

El hospital San Agustín de San Felipe comenzó a construirse en 1925, a pesar de lo reducido del presupuesto gubernamental, la mano de obra empleada fue la de los presos políticos. El General Baldó lo inauguró el 4 de marzo de 1927 con manifestación de júbilo popular.

Dirigió la construcción el Ingº José Fortoul, oriundo del estado Lara, y el maestro de obra fue don Ramón Sánchez nativo de Independencia. La edificación se levantó encima del antiguo cementerio “La Merced” en los aledaños de San Felipe “El Fuerte”, sector El Panteón. Fueron jornadas intensas de trabajo para levantar esta obra. La Hermana San Tarsicio, después se hizo bionalista (la primera del estado Yaracuy) y junto a las demás monjas recolectaban alimentos en las casas de familia, comercio local y entre los hacendados, contribuciones que eran enviadas por rieles del Ferrocarril “Bolívar” hasta la estación de San Felipe, por donde también se llevaban los sacos de hortalizas y verduras como una manera de contribuir al mantenimiento del hospital1,2,5.

Las medicinas eran regaladas para los enfermos hospitalizados. En 1930 durante el gobierno del General Félix Galavis, se hicieron mejoras al edificio y equipado totalmente. Su arquitectura frontal y perfiles interiores se cambiaron y fue ampliada su capacidad para 65 camas, bastante importante para la época. Se disponía de un situado del Ejecutivo que llegaba apenas a los 30 mil bolívares anuales. Y con todo eso, se realizaban obras de interés social y buena calidad. (Fotos 3-5).



Foto 3. Sala de mujeres del Hospital “San Agustín” de San Felipe.(Foto de autor desconocido)

El Director Ortega Pérez vestía fluces de dril, no tenía automóvil, andaba casi siempre a pie y estaba residenciado en el barrio Caja de Agua (San Felipe). A veces andaba a caballo con la manta de lino sobre sus hombros. Donde otros se negaban a ir ¡él iba! Subía cerros, cruzaba pantanales, riachuelos, descendía a las vegas y caminaba de noche para ir a colocar sus manos a los pechos estertorosos del niño, de la madre y el hombre campesino. Allí se quedaba como centinela hasta el amanecer. ¡Qué calidad humana la de este y los demás médicos de aquellos tiempos!1,3,5

Luego vino el Dr. Antonio Pineda Castillo como director, quien pronunció el discurso de orden en la inauguración de las reformas del hospital San Agustín con motivo de la conmemoración del centenario de la muerte del Libertador y Padre de la Patria Simón Bolívar en 1930, año en que el General Galavis también inauguró el palacio de gobierno y otras importantes obras. (Foto 8).



Foto 8. En el centro, Dr. Antonio Pineda Castillo, Director del Hospital San Agustín,rodeado del personal médico.(Foto de autor desconocido).

El Dr. Pineda Castillo practicaba operaciones urológicas, uretrotomías internas de la cual aún se conserva dicho instrumento. El director comenzó a devengar un sueldo de 300 bolívares, el subdirector 280 bolívares y los únicos enfermeros Celso y Saturno Pérez, 60 bolívares mensuales, ambos vinieron de San Javier de Aguas de Culebras como pacientes afectados de paludismo y en el hospital los curaron y agradecidos por su recuperación y por la sensibilidad humana que sentían por el prójimo, se quedaron toda la vida como enfermeros del hospital.

Entre los años 1937 y 1938 ejerció la dirección del hospital el Dr. Alfredo Posadas, quien con su bondad puso en funcionamiento su nueva administración con un presupuesto de seis mil quinientos bolívares mensuales y alcanzaba para el mantenimiento de 65 camas, adquirir medicinas, alimentos y comprar utensilios médicos. Fue tan eficaz su gestión que adquirió la primera ambulancia importada que trajo desde los muelles de Puerto Cabello a través de aportes del pueblo 1,3,4.

Durante la presidencia del Colegio de Médicos de Yaracuy del Dr. Rafael Medina ,1943-1944, y el del Dr. Gustavo Jiménez Liscano como Presidente de Yaracuy, lo que se conoció como el Hospital Policlínico ubicado en Independencia frente a la Plaza Sucre, fue inaugurado el 24 de julio de 1943, siendo su primer director el Dr. Armando Domínguez y se bautiza con el nombre del Dr. Placido Daniel Rodríguez Rivero, eminente científico y ex Rector de la Universidad Central de Venezuela, y cuenta con el personal del hospital San Agustín con los médicos Rafael Medina, Manuel Alcalá Medina, Renato Planas y Víctor Longobardi. Julián Rivero como Auxiliar de Farmacia, Carmen de Dudamell como enfermera y primera partera, Saturno Pérez, Celso Pérez, Pedro Orozco y Melecio Mogollón como enfermeros y como Ecónomo José Pérez1-5. (Foto 7).



Foto 7. Personal del Hospital en1943.(Foto de autor desconocido)..

Sentados, de izquierda a derecha: Dr. Rafael Medina, Dr. Armando Domínguez Capdevielle quien era el director del nuevo hospital, Dr. Manuel Alcalá Medina, Dr. Renato Planas y Dr. Víctor Longobardi Domínguez.En la línea superior figuran, de izquierda a derecha: Julián Rivero Auxiliar de Farmacia, Carmen García de Dudamell. Enfermeros: Saturno Pérez, enfermero Apolonio Orozco, enfermero Isidro Orozco, enfermero Celso Pérez y enfermero Melecio Mogollón

Con la presencia de las monjitas las jornadas comenzaban y terminaban con el Ave María Purísima de la Oración.

Las Hermanas Agustinas han sido las mensajeras de Cristo practicando fielmente su doctrina. La obra de estas nobles religiosas que no solo han estado al lado de los enfermos del ayer Asilo “San Agustín” y del Albergue de Ancianos, sino también en los hogares sanfelipeños, en el lecho del enfermo y del moribundo, con su mensaje de fe y resignación que compromete nuestra gratitud y que es la mejor ofrenda que se le puede brindar. (Fotos 9-11)

Y es lo que se hace hoy a través de la crónica que nunca olvida... Es la obra de nobles religiosas que no solo han estado al lado de los que deambulaban por las calles implorando la misericordia divina y que allí encontraron asilo y la esperanza de vivir sus últimos años.

Hoy en el Albergue de Ancianos que lleva el nombre del ilustre yaracuyano, Dr. Luis Lizarraga, nativo de San Pablo, municipio “Arístides Bastidas” del estado Yaracuy, están las reverendas hermanas que con sacrificios y limitaciones continúan velando y atendiendo a las personas que ven en aquel recinto su definitivo hogar. El actual hospital de San Felipe bendecido por el Obispo Tomas Enrique Márquez Gómez, fue inaugurado por el Presidente Raúl Leoni, el 8 de julio de 1968.

Al escribir estas breves líneas, es propicia la ocasión para despertar la gratitud de toda la ciudad por mantener el reconocimiento a estas mensajeras de Dios, sin más interés que tender con amor sus manos generosas a quienes ya están en el ocaso de la vida.



Foto 5. Pacientes recluidos en el Hospital, 1930.(Foto de autor desconocido



Foto 4. Sala de Varones del Hospital “San Agustín” de San Felipe.(Foto de autor desconocido).



Foto 6. Nueva Farmacia del Hospital. San Felipe. Yaracuy.(Foto de autor desconocido).



Foto 9. AntiguoHospital Rodríguez Rivero, donde se atendían campesinos.

Referencias

1. Archivos del Centro de Historia del Estado Yaracuy.

2. Rodríguez Camacero M. Huellas de la Medicina en Yaracuy. 1982.

3. Rodríguez Cárdenas M. Dos Yaracuyanos Eminentes. 1976.

4. Entrevista Dr. Alfonso Bortone Goitia, historiador Cronista Oficial de San Felipe. 1998.

5. Hospital San Agustín de San Felipe, Hermana Dilia Barrios. 1987.

Información adicional

Como citar: Ojeda García, W. (2019). Primer hospital de San Felipe, estado Yaracuy. Venezuela. Revista Venezolana De Salud Pública, 7(1), 45-52. Recuperado a partir de https://revistas.ucla.edu.ve/index.php/rvsp/article/view/2176

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